"Casi nadie se libra de sufrir alguna desgracia a lo largo de la vida. Según cuantifican varios estudios (...), los habitantes de los países de occidente no abandonan este mundo sin antes haber afrontado, por término medio, dos serias adversidades que pusieron en peligro su integridad física o mental". Relativicemos, pues, nuestras pequeñas y monótonas desgracias cotidianas, tomemos perspectiva y encaremos los problemas, también los retos y reveses profesionales, con la mejor disposición. En esta obra se analiza un recorrido tortuoso pero que es también un camino de esperanza donde se experimenta el cambio, la transformación, la iluminación y la recuperación de la serenidad. Las adversidades, algunas previsibles, algunas insospechadas, ponen a prueba nuestro equilibrio físico y emocional, empezar a verlos como aprendizajes y superarlas es una tarea personal y liberadora.